jueves, 24 de septiembre de 2015

La pluma silenciada de un intelectual

La pluma silenciada de un intelectual

Diariodeburgos.com R. Pérez Barredo / Burgos - jueves, 10 de septiembre de 2015
Samuel Calvo obtiene Matrícula de Honor por su Trabajo de Fin de Grado sobre Antonio Pardo Casas, periodista fusilado en Estépar en 1936
Aquella noche, en las lomas de Estépar, el músico Antonio José no era el único intelectual que integraba el aterrado pelotón de fusilamiento. El plomo de los fusiles también acabó con la vida de otro alto representante de la cultura burgalesa, una figura injustamente olvidada y posiblemente solapada por la luminosa estela del músico burgalés, reconocida en los últimos tiempos. Periodista, poeta, dramaturgo, novelista, letrista de tangos, Antonio Pardo Casas fue un inquieto intelectual, un notable activista de la cultura y un hombre de hondas convicciones republicanas. Su figura ha sido rescatada por Samuel Calvo Arauzo, recién licenciado en Historia y Patrimonio por la Universidad de Burgos en su Trabajo de Fin de Grado Antonio Pardo Casas. La pluma silenciada de un intelectual, que ha merecido el reconocimiento de la Matrícula de Honor.
Samuel Calvo Arauzo se ha zambullido en las atribuladas décadas de los años 20 y 30 del siglo XX para la realización de su trabajo sobre el director de la revista Burgos Gráfico.  Patricia
Samuel Calvo Arauzo se ha zambullido en las atribuladas décadas de los años 20 y 30 del siglo XX para la realización de su trabajo sobre el director de la revista Burgos Gráfico. Patricia
 

La familia le abrió las puertas del archivo personal del intelectual, donde además de toda la documentación que sus herederos han conservado, se encontró el investigador con numerosos manuscritos inéditos: novelas, poemarios, obras de teatro que dan la verdadera dimensión de Antonio Pardo Casas, «un intelectual que hubiese sido mucho más relevante de no haber sido asesinado a los 27 años», afirma Calvo. No en vano, su muerte truncó una trayectoria intelectualmente intensa, que había comenzado una década antes, en Madrid, adonde llegó Pardo Casas para imbuirse «de ese huracán renovador y de modernización que se vivió en España en aquellos años. Se sintió fascinado por ello. Allí se convirtió en un escritor prolífico: poesías, prosas, obras de teatro, letras de tangos y artículos, algunos de los cuales publicó en la revista Deportes Madrid».Explica Samuel Calvo que en aquellos años la pasión literaria de Pardo Casas era puramente estética.

Que no fue hasta su regreso a Burgos en 1931, casi a la vez que se proclamaba la II República, cuando sus escritos tomaron tintes ideológicos, convirtiéndose en un intelectual de acción, defensor de la República y simpatizante de las izquierdas. «A partir de 1931 comenzó su etapa más brillante. En Burgos escribió para el semanario La Libertad, para el Socialista Alavés y para diversas publicaciones», apunta el investigador. «Era un hombre muy inquieto y con un profundo amor por la cultura», apostilla. Aunque en los primeros años no podía vivir de su producción creativa, dejaba huella de su pulsión literaria en los tickets o papeles con que se envolvían las telas en la tienda de textiles Domiciano (sita en la plaza Mayor) en la que estuvo empleado.
Tras una estancia de dos años en Vitoria, regresó a Burgos en 1934 para casarse con Antonia Martínez. Para Samuel Calvo, sus escritos de esa época revelan cierta pérdida de entusiasmo, cierta desilusión por la deriva política de esos gobiernos de la República que él había celebrado. Esto no supuso una merma en su activismo cultural. «Era una persona muy inquieta. En 1935 fundó la revista mensual Burgos Gráfico, que era una publicación de lo más variada, siguiendo las modernas corrientes de la época, y la Agrupación Teatral ‘Arte’, que estrenó obras suyas y de otros autores». También frecuentó la tertulia ‘El Ciprés’ (en la que coincidía con Antonio José y Eduardo de Ontañón, entre otros) hasta el golpe militar de julio de 1936. Siempre circuló la leyenda de que Pardo Casas fue detenido por haber denunciado en los papeles a un sacerdote por pederasta. Samuel Calvo no ha encontrado nada y es claro al respecto: «En Burgos Gráfico no existe artículo alguno sobre ello. Le detuvieron y mataron por su trayectoria ideológica. Era un sujeto de izquierdas, un elemento molesto».

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